La verdad es que hoy, no
era mi intención escribir sobre nada en particular, pero la noticia de la
muerte de Tito Vilanova, ex – entrenador del F.C. Barcelona, me ha dejado
consternado.
Las rivalidades quedan
ahora en un segundo plano, y desde aquí quiero brindar mi humilde homenaje a un
hombre que, desde mi punto de vista, ha cambiado la forma de entender el
fútbol.
Creo que era un tipo
excepcional, con carisma, y uno de los mejores entrenadores que ha tenido este
deporte, pero, sobre todo, quiero resaltar su forma de ser, o, al menos, la impresión que personalmente
tengo de Tito.
Una persona que hacía su
trabajo siempre de forma discreta, sin
hacer ruido. Era un hombre reservado, pero, el destino, le tenía reservado una
última batalla, batalla en la que ha luchado con uñas y dientes, y de la que
desgraciadamente no ha podido ganar, pero Tito, ten por sabido, que para mí,
personalmente, has sido un ejemplo de superación y saber estar, un ejemplo para
el deporte y un ejemplo de vida en general.
Tu muerte no ha sido en
vano, porque has hecho mucho por este deporte, entre otras cosas, has sido el
forjador de uno de los mejores equipos de la historia del fútbol.
Tu ejemplo de dedicación
espero que sea seguido por las escuelas de entrenadores, ya que has dado mucho
al mundo del deporte, entre otras cosas, ilusión, que la gente vuelva a
ilusionarse por ver fútbol, por ver espectáculo, seas del equipo que seas.
También tu comportamiento
fuera de los terrenos de juego ha sido ejemplar. Siempre has respetado al
contrario, sin entrar en provocaciones y eso te honra. Como espectador y amante
del deporte me siento orgulloso de que en este país haya
habido personas como tú, que hayan dado al mundo del fútbol una
dimensión hasta ahora desconocida.
No me olvido tampoco, de
las oportunidades que has dado a tantos y tantos canteranos, que ahora se están
labrando un nombre bien sea en el Barcelona o en otros clubes, tú has sabido
abrirles las puertas que otros cierran, tú has sido ese tren que han estado
esperando, tú has tenido la fe, que otros no han tenido, de sacarles al campo y
darles ese empujón que necesitaban para poder despegar.
Con Tito se ha ido, no
sólo un genio del fútbol, también se nos va un amigo, un técnico, pero ante
todo, un caballero de los pies a la cabeza. Estés donde estés, descansa en paz, y si puedes
leer estas líneas, agradecerte de todo corazón la lección de vida que nos has
dado a todos, agradecerte tu entereza y tu deportividad, ten por seguro Tito, que te vas dejando muchos
amigos en todas partes, yo no he tenido el placer de conocerte, pero seguro que
habría sido un honor y un privilegio.
Por último, sólo queda
decir una cosa, Tito, tu legado permanecerá por siempre y como dice Tolstoi “La muerte no es más que un cambio de
misión” y la tuya aquí, la has cumplido con creces.
Firmado:
-
Un madridista
–
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