martes, 22 de abril de 2014

Sentimientos a la luz del flexo

Cada hombre es dueño de su propio destino. Bonita frase, pero, para mí, se queda sólo en eso, una frase. 

De niño, en la escuela, siempre me decían hasta la saciedad: “estudia, y te harás un hombre de provecho” y no les faltaba razón, pero hoy en día, tengo la extraña sensación de que los que realmente triunfan son los aprovechados.  Sí amigos, no voy a ser yo quien haga una apología del descaro y la desvergüenza, pero, pónganse a mirar y se preguntarán: “¿Y para eso me mato yo ocho horas  trabajando?”…

La sociedad cambia así como las costumbres y los códigos éticos, pero, en la opinión de un servidor, esto ya es demasiado. No es admisible que un pobre trabajador esté diez horas para llevar algo de comida a su casa y que otras personas de sobra conocidas se ganen el pan yendo a platós de televisión si bien haciendo otras cosas que no voy a mencionar aquí.

Hemos dejado la dignidad humana a la altura del betún, la moral no existe y la conciencia es un raro don que sólo ostentan unos  pocos. El todo vale para ganar es la forma de vida de muchos poderosos, pero, ¿qué hay de nosotros, simples ciudadanos? ¿Tenemos moral? ¿Nos queda algo de pudor o dignidad? Que cada uno se responda a sí mismo.

Desde mi propia experiencia, lamentablemente, me veo como una persona a la que poco a poco ha ido insensibilizándose, ¿no creen que es muy triste que ante una tragedia como la de un terremoto un tsunami o similares permanecemos impasibles delante del televisor y no seamos conscientes de la gravedad del asunto?

Nuestro nivel de abstracción es tal que debido a la masificación de este tipo de noticias, nuestro cerebro simplemente las acepta como normales, y como siempre, la eterna pregunta, ¿Quién está detrás de todo esto? No me pidan una respuesta, para muchos, los gobiernos, para otros, sociedades secretas llámense masones, rosacruces o el famoso club Bilderberg, opción bastante aceptada por otra parte, pasando por multinacionales o grandes sectas.

Para conseguir un puesto de trabajo, se ha de luchar encarnizadamente con otros candidatos, no hay reglas, ni honor, todo vale, ¿Acaso es  esto lo que nuestros hijos van a heredar? Todavía estamos a tiempo para poner un poco de cordura y de arreglar un poco todo esto.

La razón de escribir este artículo es simplemente porque no podía aguantarme más sin decir lo que pensaba, no sé si estaré equivocado o tendré razón en todo, ya no me importa, son muchos los años que vas viendo y viendo y viendo cosas que no encajan en este sistema,  también sé que no soy el primero, ni seré el último en escribir este tipo de epístolas, pero, si de verdad queréis quedaros a gusto, os invito a hacerlo, ya que, en mi caso ha sido una liberación.

Para finalizar, espero que estemos  ante el final del túnel y que las aguas vuelvan a su cauce como antes, pero, den por sentado que nos vamos a enfrentar, nos guste o no, a un nuevo modelo de sociedad, donde todo lo anterior, posiblemente, quede en un segundo plano y sólo el tiempo nos dirá si ese modelo será mejor o peor que el actual, el tiempo dictará sentencia.  

5 comentarios:

  1. Tengo que darte la razón en todo lo que has escrito... En cada una de tus palabras. Y estoy segura que mucha gente que lo lea también está de acuerdo. Es una de esas entradas donde se refleja una mezcla de emociones; la rabia, la resignación, la esperanza, la decepción... En definitiva, una crítica de nuestra sociedad y nuestro entorno.
    Como opinión personal, es una de las entradas que más me ha gustado!

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  2. Muchas gracias por tus palabras, me alegro que te guste, he escrito ésto porque tenía que hacerlo, me salía del alma y llevaba demasiado tiempo queriendo hacerlo. Supongo que no servirá de mucho pero si a gente como tú le gusta me doy por satisfecho.

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  3. Estoy de acuerdo, creo que algunas personas creen más importante a los personajillos que salen en la televisión que otras que han hecho un descubrimiento en medicina, fisica, biologia, etc y que es en beneficio de todos.

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  4. Hay un claro paralelismo histórico en la crisis de valores en Occidente: la caída del Imperio Romano.
    Entonces como ahora, la sociedad también dejó, si no de creer en los valores tradicionales de confianza en un marco común que unía a todos los súbditos del Imperio, si de practicar las actitudes que llevaron a Roma a ser un anacronismo que aún hoy nos esforzamos en emular, me temo que sobretodo en sus defectos.
    La falta de valores comunes suele llevar consigo el desapego o desinterés por los asuntos de gobierno, y este, a su vez, suele llevar a la falta de control sobre los que gobiernan.
    Ahora muchos se llevan las manos a la cabeza por el uso que los políticos hacen del poder, y tras esta última Semana Santa, uno no puede por menos que comprender el mecanismo tan simple por el que una secta de 13 hombres puede hacerse viral para la continuidad del paradigma de progreso Universal que era el Imperio Romano.
    Pese a lo que defiendan algunos extremistas, la difusión del cristianismo se debió más a la inacción de la sociedad romana por defender la estructura cultural que les garantizaba la máxima dignidad de la época que a una intervención providencial.
    Cuando el Imperio Romano de Occidente desaparece y se da paso al mayor periodo de oscuridad cultural en occidente, hacía mucho que los habitantes del imperio habían perdido la confianza en los principios fundamentales que cohesionaban a la Roma antigua.
    Los principales beneficiarios y herederos de la estructura romana, fueron los cristianos. Ellos gestionaron el conocimiento y lo dosificaron a su conveniencia. Y entiéndaseme, no lo critico, simplemente estuvieron en el lugar y momento idóneos para hacer lo que se esperaba que hicieran.
    Nosotros estamos ahora al borde de repetir lo mismo. Con la excusa de castigar a los que se han aprovechado de nuestra falta de responsabilidad a la hora de controlar el uso del poder, podemos erigir un trono de plata para una facción que nos vuelva a sumergir en la oscuridad medieval; pero esta vez nada nos asegura que dicha facción sea tan filantrópica como el cristianismo, y serán los bloggers de dentro de dos milenios quien nos ponga como ejemplo de progreso Universal.

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    1. Sabias palabras, como bien has dicho, la falta de valores llevó a la caída del Imperio Romano de Occidente, actualmente, estamos pasando por un hecho similar, la falta de valores en los que creer, hace que la sociedad languidezca y se vuelva inculta y prepotente, siendo éste un caldo de cultivo para dictaduras, abusos de poder, etc. Como bien verás Vrierst, se hace bueno el dicho de que el ser humano tropieza dos veces con la misma piedra sólo espero que no sea demasiado tarde y, como dices, no repitamos los mismos errores. Como siempre, muchas gracias por tu comentario, siempre aprendemos algo nuevo. Un saludo.

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